Aunque ha seguido lloviendo hasta finales de mayo, el Vado no ha vuelto a soltar agua (ahora está al 85%). El Jarama recuperó su cauce y no se ha desbordado más desde abril.
La riada resultó espectacular, tanto por las imágenes como por sus efectos, que ahora se hacen muy visibles: árboles caídos sobre el cauce, troncos y ramas amontonados en las orillas que las vuelven impenetrables, fangos de maleza en el fondo,…
El cauce del río se ha visto modificado, con isletas, meandros y brazos,… que en algunos puntos lo hacen irreconocible y hasta cierto punto más salvaje. Una nueva visión a la que tendremos que acostumbrarnos.
Lar-ami