Castillos y fortificaciones de Guadalajara del insigne JL Garcia de Paz, publicado por Nueva Alcarria y la Diputación de Guadalajara, es un libro delicioso que puede considerarse como el texto más completo sobre la materia. En el aparecen el Monasterio de Bonaval  (no aporta datos nuevos) y Castillejos. De este último dice:

“desde la época califal sirvió para vigilar la ruta de la Sierra Norte a la campiña del Henares, formando parte de los diferentes niveles de la línea defensiva formada por Uceda (río Lozoya y su confluencia con el Jarama), Tamajón (entre el Sorbe y el Jarama) y Yunquera (sobre el Henares).”

Citando a diferentes autores explica que: “la fortificación fue modificada por los cristianos;  era de pequeño tamaño y adaptado al terreno. Solo una excavación podría determinar como era su planta”.  Lo describe  como “un gran paredón de de 50 mts, ligeramente curvado y de 5 mts de alto, hecho de mampostería musulmana. Podría ser un poblado militar árabe sobre un castro celtiberico”.

Recuerda que es citado en Guía Arqueológica y de Turismo de la provincia de Guadalajara de 1.929, de los maestros Cordavias y Sainz de Baranda. Aunque antes ya lo hizo Alfonso XI en el libro de la Montería.

Lar-ami