Hay imágenes que, a fuerza de verlas cada día, parecen normales: gentes caminando por las calles con el móvil pegado a la oreja, personas que parecen que hablan solas y en voz alta (la Inquisición los habría procesado por brujería), …
… Grupo de jóvenes amigos sentados en un banco, en silencio y concentrados en su smartphone chateando con sus amigos del facebook, … Asistentes a un concierto o a una película, … tecleando en su móvil en medio de la función.
Y aunque parezca normal, no deja de ser chocante. ¡Estamos esclavizados por el móvil!
Por eso resulta gratificante encontrar una imagen como esta de Aleas, pueblo vecino de Beleña de Sorbe y perteneciente a su Señorio. Esta vez, el cautivo es el teléfono.
Lar-ami
4 respuestas a “Teléfono cautivo”
Este debe ser un nuevo modelo de cabina rural jiji
No diria yo que no…
Si es que son peligrosos, mira lo que le pasó a José Luis López Vazquez (La Cabina).
Sera por eso… Saludos