La pasión de este guardián etéreo por la pizarra y los contrastes de colores es legendaria. Los pueblos de la Arquitectura Negra no serían negros sin la pizarra de la Sierra de Ayllón ni La Ribera sería tan hermosa.

En un ambiente húmedo la pizarra muestra sus contrastes: lagrimeos, lloros, … Pero si  además el día es luminoso, entonces una extensa gama de colores se muestra al  caminante.

El musgo, la humedad, las vetas, los cortes verticales,… conforman una colección de cuadros que extasía.  Este fenómeno es muy visible a lo largo de la ruta verde hacia el Vado.

Lar-ami