La fiesta de la Candelaria en Beleña de Sorbe siempre ha sido entrañable. Por su botarga, por la afluencia de vecinos y por su nivel de compromiso: casi cien participantes, cuando los habitantes permanentes no superan la decena. Es mérito de todos, liderados por la Asociación cultural “Amigos de Beleña”.
Este año, además de la salida de misa y botarga y el reparto de la caridad (pan de anís y tostones), hubo judías con chorizo y pancetas para todos. Pero el plato fuerte llegó por la tarde, con el concierto de nuestro folclorista más sublime, José Antonio Alonso.
En el salón encima del ayuntamiento, en un ambiente íntimo iluminado por velas, José Antonio hizo un recorrido por canciones populares sobre tareas del campo, detalladas en el Mensuario románico de la Iglesia de San Miguel. A capela, acompañado de guitarra, almirez y/o percusión, su voz nos transportó a otra forma de vida que ya solo existe en el recuerdo.
Luego nos deleitó con canciones propias, que muestran su profundo amor por la Sierra Norte, que compartimos. En especial la que nos habla del país de los Líquenes azules, ese rincón de nuestra comarca donde cada uno halla su inspiración y su paz de espíritu.
Lar-ami