La Ribera presenta una biodiversidad notable que se hace muy visible a finales de primavera. Especialmente en la vegetación, donde se entremezclan plantas que (en teoría) requieren condiciones diferentes.
Como en esta imagen donde se ven nogal, olivos, juncos, retamas y zarza. Puro contraste.
O como estas fotos, tomadas en el mismo día (finales de junio) en Puebla de Valles, con unas horas de diferencia.
Un mar de trigo a punto de siega, situado en las cercanías del navajo de las casas y el camino del arroyo bordeado de retamas en flor. Pero hay mucho más.
Lar-ami