Comienza un extraño verano en La Ribera, tras una primavera peculiar que ha retrasado la floración y la llegada de insectos hasta finales de junio.
Quizás por eso el amarillo de la retama adquiere un brillo especial que atrae a hormigas y abejas (esta es tierra de miel) que pululan por sus ramas, en busca de polen.
Mientras la zarza florece con sus pétalos blancos entre el amarillo, con formas que recuerdan al jazmín. Dicen que no tiene olor, pero desprende una suave fragancia con el rocío de la mañana.
Lar-ami