… no olvidéis nunca que las cosas maravillosas que aprendéis en la escuela son obra de muchas generaciones, producto del esfuerzo entusiasta y del trabajo incansable de todos los países del mundo.Se deposita en vuestras manos como herencia para que la recibáis, la honréis, la aumentéis y podáis transmitirla un día fielmente a vuestros hijos. Así es como nosotros los mortales alcanzamos la inmortalidad, en las cosas permanentes que creamos en común.
Si nunca olvidáis esto hallareis un sentido a la vida y al trabajo, y adoptareis la actitud mas correcta hacia otras naciones y otras épocas”.
Estas fueron las palabras de Albert Einstein dirigidas a los niños de un colegio de Alemania, al que fue invitado para inaugurar los nuevos laboratorios en 1.934. Ahora que comienza el curso, palabras tan hermosas no pueden pasar desapercibidas.
Lar-ami