La erosión lleva siglos trabajando a destajo en La Ribera. Unas veces, con la ayuda del agua, trabaja la caliza para crear cañones y karsts impresionantes, como el de Tamajón. Otras veces modela la arcilla y genera cárcavas bellísimas, como las Pequeñas Médulas y otras en Puebla de Valles.
Hay otras manifestaciones menos espectaculares pero más pedagógicas y accesibles como las que se observan en el cruce de la carretera de Valdesotos con la ruta verde. Franjas de margas y calizas, perfectamente delimitadas, se ven atacadas por los cambos bruscos de temperatura.
Primero quiebran la roca en trozos pequeños, luego crean holguras entre ellos y después los dejan caer. Este proceso no dura siglos, décadas ó años. En pleno invierno, a veces solo unas semanas.
Vayan y observen. ¡Yo tampoco me lo creía!
Lar-ami