Otra consecuencia de la despoblación de los sesenta fue el abandono de la tierra y la desaparición del ganado. Retamas y jaras cubren amplias extensiones que antes fueron cultivables; las orillas de ríos y arroyos se han vuelto impracticables, cubiertas por la maleza. La Ribera ha cambiado su aspecto; nadie diría que llegó a mantener una población diez veces superior a la actual, hace 50 años.
La zarza aprovecha cualquier atisbo de humedad para desarrollarse. Ahora, que sus frutos rojizos destacan entre los verdes, se hace más visible. Aprovecha para comer moras; si aún no las conoces, te sorprenderá. Algunos consejos:
- No cojas las moras junto a los caminos. Tienen polvo y nunca quedan limpias, por mucho que las laves.
- Buscas zonas húmedas y orillas de los arroyos.
- Las zarzas más soleadas dan fruto antes (mediados de agosto). En las umbrías, las moras duran hasta octubre.
- Más dulces las que miran hacia el sol. Mas grandes cuanto más húmeda sea su ubicación.
- Las moras maduras son exquisitas, pero las de tonos más vivos tienen un sabor agridulce delicioso. Y además se conservan mejor.
- Se toman como postre, bien solas o con zumo de naranja (como las fresas y/o granadinas).
Antes las mujeres hacían mermeladas que sacaban en días señalados; con requesón ó queso tierno son un postre exquisito. Hoy la costumbre ha desaparecido. ¡Que aproveche!
Lar-ami