Los censos eran una especie de hipoteca, unas perpetuas (se transmitían de padres a hijos) y otras permitían traspasos. Fueron constituidos por el clero en el siglo XIX, aunque algunos venían del XVII. Su cancelación (redención) aportó poco a Hacienda y la mayoría se realizó entre 1.856-1.864.
Por ello llama la atención que durante la desamortización en Alpedrete se redimiera uno en 1.893 y lo hiciera una viuda (el titular solía ser un hombre). El molino maquilero (debe ser el situado a orilla del arroyo Reduvia) fue adquirido por un vecino de Valdepeñas que también compró a tercias el molino de Valdesotos.Lar-ami