Este año más que puente, fin de semana largo. Otras veces para los madrileños (el 2 de mayo celebran el Día de la Comunidad) se convierte en acueducto, mientras el resto nos conformamos con un puente de 4 días.

Quizás convenga recordar que el 1 de mayo es el día del trabajo, fijado por la Segunda Internacional en 1.889 como jornada reivindicativa de los trabajadores y en memoria de los mártires de Chicago.  El día 2 se recuerda el levantamiento de Madrid contra los franceses en 1.808, dando inicio a la Guerra de Independencia.

En La Ribera no se conocen reivindicaciones laborales, quizás porque la propiedad de la tierra siempre estuvo muy repartida. Sin embargo la guerra contra los franceses si tuvo incidencias, con las partidas del cura de Tamajón y el Empecinado por la zona.

Pero con el paso del tiempo, el puente de mayo ha quedado como unas pequeñas vacaciones. Unos huyen de la ciudad buscando tranquilidad y otros se afanan en ofrecer naturaleza auténtica en un ambiente de confort,  a precios razonables.  Como la casa que protejo y guardo,  que ha preparado una propuesta singular (con  precios de verano).

Lar-ami