Dos embalses sobre su cauce (El Pozo de los Ramos y Beleña) hacen que las crecidas del río Sorbe sean escasas,  a pesar de su riqueza hidrológica. Pero espectaculares por el desagüe de las presas a presión,  creando imágenes muy hermosas (algunos dicen que lo hacen así para enmascarar el escaso volumen  de agua soltado).

Incluso en época de lluvias abundantes, la tubería que trasvasa el agua al Vado desde el Pozo de los Ramos (Canal del Sorbe) hace difícil que sea preciso desaguar; cuando se produce el espectáculo está servido. Luego el río, aunque crecido va encajonado y apenas anega las orillas hasta su llegada al pantano de Beleña, cuya cola se extiende hasta el puente de Muriel.

El desagüe desde la Presa de Beleña (poco habitual ya que las tuberías que sirven al Corredor del Henares tiran mucho) se realiza por dos tuberías que disparan al cielo a presión, creando unos arcos impresionantes.

Este año la crecida se produjo a finales de diciembre y duró unos días. Sorteando muros y compuertas, el río descendió dentro de su cauce, ciertamente encajonado, hasta el puente del Culebro sin afectar ni ribera ni cultivos.

Lar-ami