Algunos recorridos de La Ribera son imposibles fuera del invierno; incluso en esta estación hay que elegir bien, descartando los días de  lluvia, nieve, niebla,…  La desnudez de los árboles y la maleza marchita los hacen posible, a la vez que proporcionan imágenes inéditas, y por ello, muy hermosas.

Son veredas a orilla de ríos y arroyos (conocidos en este blog) de vida efímera que cazadores y pescadores utilizan en esta época. Algunos tramos tienen una  dificultad pero su belleza merecen el esfuerzo. Sea esta ruta del Jarama la primera.

Partimos del puente de Bonaval por la margen izquierda junto al cauce. Pasaremos por la Poza de los Cuarterones, la lengua y las enormes rocas desprendidas de los acantilados. Desde aquí las vistas de las cuevas y paredes del cañón impresionan.  El cauce aparece sembrado de piedras y el agua hace filigranas para salvarlas.

En algunos sitios se estrecha tanto que podemos pasar a la otra orilla sin mojarnos, una buena opción para la vuelta. La ruta termina cuando el caminante así lo decide, ya que sigue hasta las proximidades del puente de Valdesotos; solo debe poner cuidado con los espinos, mirar donde pone los pies y no tener prisa.

Lar-ami