El otoño se acerca a su fin y aprovecha para desnudar árboles, con premeditación y algo de erotismo, mostrándonos su otra perspectiva.
Los chopos de La Ribera agarran con fuerza las pocas hojas que amarillean en sus copas y los robles se resisten en un intento vano de mantenerse activos.
Alisos y fresnos, ya desnudos, dejan ver la tristeza del Jarama por su caudal escaso.
El nogal no tapa la hermosura del Monasterio de Bonaval, que yace más solo que nunca. El invierno ya está aquí.
Lar-ami
2 respuestas a “Desnudos de otoño”
Me gusta el título, que sugieres para este post. No se me hubiese ocurrido. Se nota que eres un gran escritor.
Gracias por el piropo, que no es merecido. Un abrazo