El escudo de Valdepeñas de la Sierra (visible a la entrada) identifica al pueblo, pero ignora ese señorío de pueblo importante que se respira en sus calles. Algunos de sus rincones bien merecen una visita.
Como esa calle a tres niveles, con una casa de piedra y adobe por un lado y encalada por el otro, que actúa de esquina (situada por debajo de la iglesia). O ese rincón emparrado del camino de la Fuente del Cubillo, con vistas sobre la vega.
¿Y esas casas con dinteles donde figura el año de construcción, años 1.667 y 1.738. ¿Y las fachadas pintadas? Pasear por sus calles es un bello ejercicio que este guardián etéreo recomienda a los visitantes de La Ribera.
Lar-ami