Situada a quinientos metros de Jócar, pueblo abandonado, para acoger a la patrona, la ermita está perdida en medio del pinar junto al arroyo de la fuente ; aunque aparece en los mapas no resulta fácil encontrarla. Se accede desde la carretera por un camino (casi perdido) que sale a la derecha junto al arroyo, unos metros antes del refugio.
Tiene planta cuadrada, con tejado a cuatro aguas soportado por vigas de madera, con muros de tapial y portada con arco de medio punto que mira a poniente. El interior encalado está dividido por tres arcos, que separan los fieles del altar, presidido por la virgen con el niño en una hornacina.
Nada sabemos de su origen, aunque por similitud con otras ermitas debió construirse durante la Contrarreforma en el siglo XVI. Por su aspecto (reconstruida hace pocos años) y las flores, diríamos que los hijos del pueblo la mantienen viva, aunque no sabemos fechas (en algunos lugares se celebra la romería de la Virgen de la Fuente el 15 de agosto y en otros el 8 Septiembre).
Una joya y una razón más para darse una vuelta por Jócar.
Lar-ami