El taraje es un arbusto de poca altura (3-4 metros), de corteza rojiza y ramas muy largas y flexibles. De hojas son pequeñas, de tipo aguja en racimo, sus flores son de color blanquecino que se agrupan en espigas, parecidas a las del ciprés. Vive en terrenos salinos y húmedos, con clima seco y caluroso; es muy común a orillas de lagunas, ríos y arroyos. Espectacular el Tarajal de las Tablas de Daimiel.
Pero cuando el taraje se aleja del agua y se extiende por las riberas, es un signo inequívoco de deterioro del suelo y de abandono de la tierra, máxime cuando las zarzas intentan atraparlo en sus redes.
Lamentablemente en La Ribera tenemos algunos, como estos que mostramos a orillas del Arroyo del Lugar en Puebla de Valles. Nos queda el consuelo de su colorido, que alegra otoños y primaveras.
Lar-ami