Un año para olvidar … o para recordar


Este ha sido un año atípico, diferente, que nos ha afectado a todos y que probablemente cambiará nuestra forma de vida. La de todos, vivamos en ciudades, pueblos o aldeas. El impacto de la pandemia en la Sierra Norte de Guadalajara se ha visto magnificado por tres factores: escasa población, cercanía a Madrid y dependencia del turismo.

Durante los meses de confinamiento se ha producido un fenómeno curioso: ha aumentado de población estable (algunos hijos de de tierra decidieron pasarlo en su pueblo) y ha disminuido la población flotante (de fin de semana). El cierre de de Comunidad de Madrid y de nuestra región ha provocado que los madrileños no hayan visitado nuestra comarca (salvo en verano) por lo que el turismo rural se ha resentido mucho; otoño y primavera son aquí temporada alta.

Si a esto sumamos la cancelación de fiestas y eventos (a nivel nacional), la Sierra ha estado triste, además de vacía. No se han celebrado las fiestas tradicionales: botargas, danzantes, machorras, botillos, machadas, carnavales, romerías, dia de la Sierra, fiesta de la castaña, carreras pedestres y en bici, cuentacuentos, festivales de cine y circo, … además de la Semana Santa y fiestas patronales.

La elevada edad media de la población permanente ha puesto de manifiesto el debilitamiento de la sanidad pública en nuestra comarca, lo que ha provocado inquietud en los serranos. Nos hemos dado cuenta de cuán frágiles somos, y cuanto dependemos de otros. Por todo ello, el año 2.020 es un año para olvidar … y para recordar. ¡El futuro empieza ahora!


Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.


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