Este río presenta peculiaridades dignas de mención: sus truchas son de color negro, su cauce transcurre entre pizarras y sus aguas son muy frías, ya que recibe al Cañamar y otros arroyos nacidos en el macizo del Pico del Lobo.

Pero lo que llama la atención es que su curso bajo, hasta la desembocadura en el Jarama, es un cañón agreste de paredes verticales que superan los 100 mts. Recorrerlo es imposible (lo sé porque lo he intentado) y su acceso resulta muy complicado.

Una sendita bajo el puente de la muralla china y el PRGU04 (puente tibetano) llegan hasta el cauce no sin esfuerzo. Pero merece la pena. Las imágenes del cañón, de las rocas y de la vegetación que crece en sus orillas compensan. En algunos recodos se forman balsas que invitan a regrescarse los pies, … si te atreves. Otro de los encantos de la Sierra Norte de Guadalajara.

Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.