Tras el reinado de Felipe II, las malas cosechas, hambrunas, enfermedades, guerras, el aumento de la población, … provocaron la decadencia del pais en el siglo XVII. El pueblo se empobreció, aunque no afectó a todos por igual.
En la Sierra Norte de Guadalajara la situación se agravó por la marcha de la familia Mendoza a Madrid y por las deudas contraidas para conseguir la Independencia. Solo el impuesto de la sal (año 1.636) que potenció las salinas de Imón, La Olmeda, … lo paliaron algo. La economía se resintió y apenas se afrontaron nuevas construcciones, en estilo Barroco naturalmente.
Las iglesias de San Juan Bautista (Jadraque), de Monasterio, de Pálmaces de Jadraque y la ermita de los Enebrales (Tamajón) son excepciones y bellos ejemplos. Continuó la construcción de iglesias comenzadas el siglo anterior (Arbancón) y se completaron los interiores con preciosistas decorados en altares mayores (Bañuelos), retablos (Medranda y Santiuste) y capillas.
A comienzos de siglo la construcción civil vivió un cierto auge con nuevos palacios y casas señoriales que embellecieron el casco urbano de los pueblos serranos. Al utilizarse materiales de la tierra, se integraron en el entorno y resultan muy vistosas. La casa de la Gorda en Puebla de Valles, el palacio de los Montúfar en Tamajón y el de los Beladiez en Miedes de Atienza sirven de ejemplo.
La Contrarreforma generó un fanatismo religioso que achacaba todos los males a la falta de fé. Se afianzaron los ritos de Semana Santa (procesiones, via crucis alrededor de la iglesia, el silencio de las campanas el viernes/sabado santo sustituidas por la carraca, …), muchos de ellos perdidos. Surgió la fiebre de las ermitas (hasta 17 en Cogolludo), todas similares y construidas por cuestación popular (en vereda). Mientras los vecinos sobrevían como podían.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.