Esta expresión tan serrana indica que las aves ya construyeron nido y están incubando. En los primeros días de mayo el comportamiento de los animales cambia. Los topos excavan y amplían su topera, el corzo macho se deja ver, ya no oye al picapino taladrar troncos, …. A la perdiz roja se la ve en pareja, cercana a cascos urbanos y/o a caminos transitados, menos asustadizas (no levantan el vuelo al menor ruido), se dejan fotografiar en su medio natural y desde diferentes perspectivas. ¡Una gozada!
Este año, por efectos de la climatología las aves paseriformes aún siguen de cortejo, como reflejan sus cantos, un auténtico regalo para los sentidos: ruiseñor, verdoncillo, jilguero, ruiseñor bastardo, … Otros menos dotados para el canto (mirlas, abubillas, mirtos, colirrojos, autillos, …) mezclan sus sonidos con los del campo.
Así se manifiestan en Puebla de Valles y pueblos vecinos. Porque has de saber que este tiempo en la Sierra Norte de Guadalajara es ideal para rutas cuyo único objetivo sea sentirse integrado en la naturaleza.
Lar-ami