Parece que nadie duda que el cambio climático está aquí (ni siquiera aquel primo, experto y sevillano… de no recuerdo quien). Disfrutamos de días de manga corta precedidos y seguidos de otros de intenso frío. Como en el puente de San José.
Los serranos, que no somos tan expertos, detectamos ciertos síntomas en la naturaleza que nos indican que algo está cambiando en la Sierra Norte:
- Los pájaros ya están cortejando a las hembras, sobre todo verdoncillos, mirlos, ruiseñores y jilgueros. Sus cantos llenan el aire.
- El romero está en plena floración
- El picapino se afana en construir su nido (no solía empezar hasta abril
- Las ovejas dejan parte de su lana por jaras y retamas, en un vano intento de aliviarse del calor
- La luminosidad del día (primaveral a todas luces) produce reflejos en el Jarama, ún cuando alisos y fresnos aún no han despertado de su letargo.
- Las puestas de sol recuerdan las del mes de mayo
Quizás a los urbanitas esto no les digan nada, pero a los serranos estos comentarios de la naturaleza nos preocupan… porque no auguran una buena primavera.
Lar-ami