La poda y los trasmochos


Se acerca la primavera. Es hora de hablar de la poda y de sus tipos: trasmocho, horca y pendón, candelabro, tan habituales antaño en los robles de nuestra Sierra Norte de Guadalajara. Alicia en su blog lo explica de forma magistral. Con su permiso y el mayor cariño, destacamos los aspectos más interesantes.

Cortesia de Alicia
Cortesia Alicia

La poda de horca y pendón deja el tronco principal en vertical mientras se cortan todas las ramas, excepto una lateral, que con el tiempo forma un auténtico árbol… pero en horizontal y orientada contra el viento, como contrapeso para equilibrarlo. Hoy apenas se ven robles así. Si se ven con frecuencia robles podados en candelabro. Se dejan en el roble no más de 4 ramas repartidas en el tronco, creando fantásticas copas.  Los tallos y ramas tiernas, que generan en abundancia los robles, se usaban para ramoneo (alimento de las cabras), que los animales cogían directamente del árbol ó el hombre cortaba cuando era menester.

Los trasmochos no se entienden sin los árboles de sesteo, grandes robles solitarios (por la tala de sus vecinos, creando grandes espacios a su alrededor). De grueso tronco y enorme copa bajo la que sesteaba el rebaño eran fundamentales en la trashumancia, cuando el ganado venía a pasar el verano desde tierras extremeñas. Este tipo de poda se realizaba cada 8/10 años de forma muy severa, cortando la copa y las ramas importantes por arriba dejándola casi plana (desmoche ó trasmoche).

Cortesía de Alicia
Cortesía de Alicia

Así se creaban árboles de sesteo y se generaba madera para la construcción además de leña, imprescindible en el invierno para la chimenea. Los troncos de estos robles se han ido abriendo (por el peso y los años),  se han creado huecos que han servido de nido, guarida de alimañas, … y han alimentado leyendas populares, que iremos contando.

Lar-ami


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