Culebras y leyendas en la Sierra Norte de Guadalajara


Abundan las leyendas que tienen como protagonista la culebra y que se repiten, sin apenas variación, en la España rural. ¿Quien no ha oído hablar de la culebra que se alimentaba por las noches mamando directamente del pecho de una madre mientras dormía, y para evitar que el bebé llorara le introducía la cola en la boca? En algunos lugares la leyenda cambia mujer por vaca y bebé por ternera.

En la Sierra Norte se conservan algunas leyendas de culebras bastardas (miden hasta 2 metros y con el grosor un brazo, pero no son venenosas) que ha recogido D. Pedro Vacas en el nº 45/46 de Cuadernos de Etnología. Sean estas las más hermosas:

170104-ley-culebras-1“Dicen que hace mucho tiempo hubo un cabrero que cada mañana ordeñaba una cabra sobre un cuenco en la roca para alimentar a una culebra. Cuentan que el chico tuvo que irse a servir al Rey  y tardó 5 años en volver. Acudió a la roca para ver a su culebra, que se le acercó por detrás, se le enroscó en el cuello y lo ahogó. Unos dicen que por venganza (estuvo 5 años sin leche) y otros que le quiso dar una abrazo (de alegría) tan fuerte que lo mató”

“Cuentan que una pastorcilla sufría a diario fuertes dolores de tripa, que solo se calmaban cuando comía. Poco a poco la joven fue engordando como si estuviera preñada, a pesar de que nunca fue con hombres. Siendo huérfana y ¡por el que dirán! optó por refugiarse en el monte y no bajar al pueblo.

170104-ley-culebras-2Un día la cabrera que andaba por aquellos lugares coincidió con ella en la fuente. Cuando la chica le contó los síntomas y que nunca mantuvo relaciones con hombres, decidió ayudarla. La mujer observó junto a la fuente un rastro y preguntó a la joven si bebía de aquel agua. Sí, como todos fue la respuesta.

Entonces recordó una vieja historia de su abuela y supo como hacerlo. Ordeñó una cabra y vertió la leche en una fiambrera. Indicó a la joven que se hincara de rodillas y abriera la boca, mientras le acercaba el cuenco.  Al instante salió por la boca una culebra de buen tamaño, atraída por el olor de la leche caliente. La mujer la atrapó y acabó con ella.

La cabrera le explicó que las culebras ponían huevos en la fuente y que al beber agua, alguno habría acabado en su estómago. Allí eclosionó y la bicha se desarrolló alimentándose de lo que la joven comía”.

Lar-ami


2 respuestas a “Culebras y leyendas en la Sierra Norte de Guadalajara”

  1. Muy buenas. En realidad, la culebra bastarda sí es venenosa, pero no es peligrosa ya que los dientes con los que inocula el veneno están situados muy detrás en la boca y es difícil que llegue a clavarlos en una persona. Y si lo hiciera, el único efecto sería el entumecimiento e inflamación en la zona mordida. Y enhorabuena por el blog, me resulta muy interesante de leer.

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