… que es bueno para la salud, pero con moderación y sin abusar. Ahora que en la Sierra Norte comienza la vendimia, recordamos algunas historias de nuestros antepasados, relacionadas con el néctar de los dioses, que no siempre se tomó con tiento.
- En la Edad Media y en el Monasterio de Bonaval los monjes tomaban vino (de la Sierra Norte) en desayuno, almuerzo, comida y bíberes. A los enfermos se les daba como desayuno pan mojado en vino, y en el siglo XIV se extendió a todos los frailes.
- En el siglo XVIII se consumía mucho vino, aunque de baja graduación: un adulto tomaba más de litro y medio diario. Hasta los niños lo tomaban, rebajado con agua. Se creía que beber agua era dañino para la salud (como lavarse ó bañarse, una superstición que viene de la época medieval).
- El vino tenía efectos positivos y de ahí su éxito: ayudaba a la masticación del pan duro y frutos secos (bellotas, nueces y castañas), a comer sardinas y tocino salados,… Pero sobre todo aportaba energía y ánimo para enfrentarse al duro trabajo de cada día.
Pero también se cometieron excesos en la Sierra Norte, donde cada casa tenía bodega y/ó cocedero, a los que se acudía el patriarca con sus amigos a tomar vinos. Se conocen varios casos en los que la fiesta acabó en pelea y muerte. Algún día lo contaremos.
Lar-ami
Una respuesta a “Dicen del vino …”
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