Muchas son las tradiciones y leyendas serranas que tienen a este peculiar santo como protagonista. Quizás porque su fiesta coincide con el solsticio de verano. Contemos algunas:
Las propiedades curativas de la manzanilla (hasta 18) son muy conocidas en el mundo rural, pero pocos saben que si no se recoge en la mañana de San Juan, pierde gran parte de su poder (quizás porque en esta fecha está en su mejor floración).Así lo establece la tradición en pueblos de la Sierra Norte de Guadalajara, como Puebla de Valles.
Dicen en Prádena de Atienza que en las cercanías de la Peña de la Ventana hay enterrados un caldero y un becerro de oro, que fueron allí escondidos en lo más profundo, aunque no se sabe cuando. Cuentan que brillan unos instantes con los primeros rayos del sol de la mañana de San Juan, y señalan el lugar donde se enterraron.
Hay varias leyendas alavesas que hablan de figuras de animales en oro, escondidas en cuevas. Como las del monte Kapildui, que hacen referencia a pastores que pierden sus ovejas al caer en ella y encuentran el «becerro de oro». Conviene recordar que esta tierra fue repoblada, después de la Reconquista, por gentes venidas del País Vasco, allá por los siglos XII y XIII.
Lar-ami