Antes de la construcción de la presa, el camino que unía Muriel con el pueblo de Beleña iba a media ladera, siguiendo el cauce del Sorbe por la margen derecha, hasta el barranco de las Quintillas. Allí bajaba a la orilla y continuaba hasta el estrecho de Peñamira, que superaba por arriba.
El camino seguía por la margen derecha hasta un paraje conocido como Los Trancos, unas peñas sobre las que se ponían unos troncos que hacían de puente y permitían cruzar el río en verano, junto a la fuente medieval de Don Sancho. Cubierto por las aguas, estaba situado a menos de cien metros de la presa.
Hoy solo se conserva el tramo que va desde Muriel al barranco de las Quintillas, aunque si el pantano está lleno, parte de la vereda se ve cubierta por las aguas. La sequía nos permite recorrerla entera (unos 45 minutos) y disfrutar de un paisaje muy hermoso. Otro más; La Ribera es así.
Lar-ami