Sabíamos del campamento de trabajadores del Canal del Jarama situado en El Espanto; nos llamaba la atención su tamaño, distribución y tipo de construcción. Pero desconocíamos que acogía a condenados a trabajos forzados, que hubo intentos de fuga, incluso algún muerto,…
Se dice que un día en el recuento se echó de menos un condenado; se dictó orden de búsqueda y captura, pero sin éxito. Semanas después un pescador encontró su cadáver en el Jarama. Parece ser que el hombre se despeñó por el acantilado, que alcanza cien metros de caída en este punto.
Pero este no fue el único campamento aunque si el más grande; al menos hubo dos más. Uno frente al sifón de Valdesotos, junto al arroyo Palancares. El otro en el camino de la Hoz de Tortuero, a cien metros del puente, del que aun se conservan restos ya que fue utilizado como aprisco.
Como puede apreciarse la elección del lugar se hizo a conciencia: lugares soleados, próximos a la obra, bien comunicados, con agua abundante,…
Lar-ami