Siendo puristas, los caminos no se hielan; lo hace el agua de charcos, cunetas, y reguerillos. Aunque hay excepciones.
Como los caminos que van por el cauce de un arroyo. Incluso cuando no está seco, pues su caudal es tan leve que no impide el paso. Cuando se hielan en el invierno los llamamos caminos helados.
El camino real, que sale de Puebla de Valles desde el puente y sigue el arroyo del Lugar hacia la vega del Jarama, nos sirve como ejemplo. La observación de los cristales del hielo sobe el cauce mientras el agua circula por debajo es todo un espectáculo.
Lar-ami