Si bien la rotación trienal en la agricultura la iniciaron los romanos para el cultivo de cereales, durante la Edad Media en Castilla predominaba la formula de “año y vez” (la besana se divide en dos partes iguales, una se siembra y la otra se deja en barbecho) para las tierras de secano.
Este sistema se ha mantenido en amplias zonas de España y en La Ribera hasta nuestros días, quizás porque es cómodo, deja descansar la tierra, economiza agua, produce pastos,… aunque poco rentable, según decían.
Ahora que se ha demostrado que es un sistema eficiente además permita apreciar su belleza y la del entorno, que durante muchos años quedaron desdibujados por la despoblación.
Lar-ami