La erosión sobre la pizarra crea prismas, pirámides y cubos que ofrecen el aspecto de un cuadro cubista.
La diferencia de temperatura entre el día y la noche (> de 20º en invierno), el cambio brusco al ponerse el sol (en una hora baja hasta 10º) y el hielo que actúa como cuña (los egipcios utilizan este procedimiento para sacar de la cantera los obeliscos) arrancan lajas de pizarra que con el tiempo se convierten en figuras geométricas.
Algún bromista alimenta la leyenda que sitúa a Juan Gris (vecino de Madrid, calle del Carmen donde puede verse una placa conmemorativa) como visitante de nuestra comarca a finales del siglo XIX. Estas figuras inspiraron al pintor cuando llegó a París contagió a sus colegas de Montmartre, dando lugar al Cubismo.
Lar-ami
2 respuestas a “La pizarra y el Cubismo”
Sin duda, precioso!
Como toda leyenda, tendrá un poso de verdad.