Cualquier karst que se precie debe tener abundantes cuevas, de formas caprichosas y cambiantes, que la erosión y la vida siguen moldeando día a día desde su origen en el cuaternario.
Todavía nos maravillan aquellas que nos permiten penetrar en su interior, buscando huellas del hombre prehistórico que las habitó. Máxime cuando sabemos (está documentado) que en ellas se encontraron muy pocos restos.
Entonces nos sentimos como Indiana Jones en alguna de sus aventuras, aunque sabemos que las posibilidades de que se cumplan nuestras expectativas son nulas.
Lar-ami
2 respuestas a “Cuevas en el karst”
Seguro que están en lugar estratégico y son un capricho de la naturaleza. Su visita tiene que ser muy curiosa. A disfrutarla!
Asi es; hay más de 100 cuevas catalogadas en lugares increibles.