Esta mañana Paco ha estado revisando las fotos de la excursión que hicimos a la Iglesia de Santa María del Vado. Como espíritu curioso, este guardián etéreo no ha perdido la ocasión y ha disfrutado de las imágenes mirando por encima de su hombro.
Aunque me había prometido a mi mismo guardar silencio, no lo he resistido y le he pedido a Paco que me preste algunas fotos para incorporarlas al blog. A mi me parecen maravillosas y espero que a ti también.
Lar-ami