No fue casualidad que de las primeras entradas de este blog, allá por mayo de 2.009, se tratase del aperitivo en Puebla de Valles y su éxito como terapia de grupo.
Con el paso del tiempo, y de forma natural, se ha producido un salto de calidad, quizás debido a la experiencia y a las nuevas incorporaciones. Siempre hay algún contertulio que aporta al club social algo que llevarse a la boca (ensalada de tomate, unas cebolletas, caballa, embutidos, queso, sardinas, chipirones,… )
Otras veces son delicattesens de producción propia: salmorejo, arroces, paté de berenjena, tostas,… o directamente sobre la plancha se hace cualquier cosa: unas gambas, unos secretos, setas, unos huevos, algo de cochino,… Eso los días que no hay comida programada.
Hay días en los que el aperitivo alcanza un nivel sublime. Como ese fin de semana donde degustamos amanitas cesárea en crudo, boletus eduli a la plancha, setas de chopo guisadas,…
Como dice un vecino del lugar, “esto solo comen el rey y cuatro desgraciados como nosotros”.
Lar-ami