El caciquismo en la Sierra Norte es anterior al “reinado” del Conde Romanones y no terminó con la despoblación de los años sesenta. Hay “dinastías” que llevan rigiendo su pueblo durante generaciones. De otra forma no se entenderían obras faraónicas, pagadas con el dinero de todos, a mayor gloria del alcalde.
Como ese centro cultural cuyo coste superó el medio millón de euros y que se utiliza en raras ocasiones, quizás porque es poco funcional. El auditorio, con una capacidad superior al número de habitantes del pueblo y la sala de reuniones cuyas ventanas no pueden abrirse, así lo sugieren.
Tampoco se entenderían otras obras menores que poco ó nada aportan al entorno. Como ese pedestal coronado por una laja de pizarra, que por un lado presenta un reloj solar y por el otro, una figura geométrica con fórmulas que tratan de explicar el funcionamiento del calendario perpetuo.
En estos tiempos de crisis, derroches como estos resultan difíciles de justificar. Aunque siempre habrá quien lo haga.
Lar-ami
2 respuestas a “Derroches”
Ni que estuvieramos en crisis 😉 jijijiji
Quien lo diría…