Aunque la tradición dice que esta ermita, desde su construcción en el siglo XVI, siempre permanece abierta para descanso y solaz de los peregrinos, la realidad es que una cancela bloquea el paso (para evitar el vandalismo). Hay que buscar el momento adecuado para acceder a su interior (limpieza, romería,…).
De la ermita ya se ha dicho casi todo: historia, arte, leyendas, ermitaño, … pero no abundan fotos del interior ni de los detalles que convierten este lugar en único (y no solo por su ubicación).
La perfección de las arcadas del techo, la elegancia de la verja que separa el ábside, las rosas de las columnas, la cerradura de forja de la verja de entrada, ….
La paz que se respira en su interior y la visión desde el coro bien merecen que busquemos ese momento idóneo para disfrutarlo.
Lar-ami