Los pinares tienen lugares únicos. Un paseo por cualquier camino nos descubre rincones y paisajes de una singular belleza.
Como estos del pinar de La Mierla, visibles desde el camino que va a la ermita de Peñamira.
Si vienes a la romería, el 30 de mayo, y lo haces a pié (animo solo hay 1 hora desde la carretera de la presa) podrás contemplarlos. Y tráete el bañador.
Lar-ami