Sin duda estamos en la estación del color, con mayor variedad y viveza que en el otoño. La combinación de tonos y matices es diferente en cada rincón de La Ribera, generando un mosaico de colores muy agradable.
A este mosaico podemos unir la mezcla de cantos nupciales de los pájaros (verdoncillos, ruiseñores, jilgueros, abubillas, mirlas, torcaces, petirrojos,…), el zumbido de los insectos y hasta el croar de las ranas.
Pero podemos seguir sumando a este mosaico fragancias de tomillo, romero, lavanda, … con el intenso olor a tierra.
Por eso no nos cansaremos de repetir que los paseos en primavera despiertan nuestros sentidos.
Lar-ami