Hay pocos rebaños en La Ribera; apenas quedan en Valdepeñas, Tamajón y Puebla de Valles. Y no resulta fácil ver a las ovejas arremolinarse bajo los olivos en un día de niebla. Dicen los pastores que este animal es miedoso y que le pasa como a las sardinas: el grupo es su mejor defensa.
En ningún rebaño debe faltar la oveja negra. Pero ahora proliferan y es posible ver varias juntas. Aunque siempre hay una que va delante, y a veces, conduce el rebaño sin hacer caso a las órdenes del pastor (ahí comenzó su mala fama). ¿Y si todas se comportaran como la negra? ¿Qué podría hacer el pastor?
Llevo varias noches con la misma pesadilla: «pertenezco a un rebaño de ovejas que rodean a su pastor. Aunque hay mayoría de animales blancos, en unos minutos todas se vuelven de color negro, incluso yo mismo. Poco a poco van estrechando el cerco al pastor que, asustado, grita y promete que nos cuidará mejor».
Luego me despierto sobresaltado y compruebo que todo sigue igual. La radio anuncia que en primavera habrá elecciones… ¿Tendrá esto que ver con mi pesadilla?
Lar-ami
2 respuestas a “La oveja negra”
Ja ja ja ja que bueno!
Celebro que te haya gustado.