El tesoro de Bonaval (leyenda)


La historia explica que Fray Antonio  de Espiñeira, el último prior del Monasterio de Bonaval, fue elegido en 1.832 y culminó su mandato en 1.835, cuando el cenobio pasó a manos privadas.   Hombre peculiar, presentó las últimas cuentas por importe muy superior a las de años anteriores y obtuvo de la reina regente una asignación anual, según parece, para asegurarse el futuro. Siguió viviendo en Retiendas durante al menos un año y aquí murió (otros dicen que fue en Tamajón).

131128  tesoro BonavalSegún la leyenda, el prior conservaba algunos elementos litúrgicos (cálices, patenas,…), el llamado tesoro de Bonaval y pidió ser enterrado con él en el monasterio. Unos dicen que lo fue en la capilla de los abades (la más meridional, donde había varias lápidas) y otros que en el cementerio de los frailes. 

A finales del siglo XIX, el monasterio fue comprado por 45 familias de Retiendas.  Algunos, cegados por la leyenda, abrieron las tumbas de la capilla en busca del tesoro, pero solo aparecieron huesos.  Ya en los sesenta,  alguien de Madrid pago a unos obreros para que abrieran las tumbas del cementerio de los frailes en busca del tesoro, con el mismo resultado. El tesoro nunca apareció, …  porque nunca existió. ¡Pero nos ha quedado la leyenda!

 Lar-ami


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