Cuando el Monasterio de Bonaval pasó a las familias de Retiendas (1.894), se hallaron en el almacén varias “campanillas angeleras”, de bronce fundido, llamadas así por algunos porque tienen grabada la figura de un ángel. José María Meléndez ha tenido la gentileza de mostrarnos dos.
En la reforma del siglo XVII para convertir el monasterio en residencia, se instaló un sistema en las galerías superiores para que los residentes pudiesen alertar a sus cuidadores ante cualquier problema. Por similitud con el sistema vigente en asilos hasta hace pocos años, el sistema en Bonaval podría funcionar asi:
- En cada celda había un tirador unido a una cuerda, que iba desde la cabecera de la cama hasta una campanilla angelera, situada sobre el exterior del marco de la puerta.
- Otra cuerda recorría la galería uniendo todas las cuerdas de campanilla de la galería.
- Ante una incidencia, el residente usaba el tirador y sonaba la campanilla. El cuidador oía la llamada e identificaba la celda por la cuerda que estaba mas tensa. Sencillo pero eficaz; cuestión de física.
Parece ser que estas campanillas eran de uso común en centros religiosos para funciones parecidas. Manuel Sanz, un buen amigo de Puebla de Valles, nos ha enseñado dos idénticas, si bien cambian los soportes, modificados para darle otro uso. Dicen que en Retiendas se colocaban en las jáquimas de las mulas que montaban las mujeres, para que avisasen de su paso.
Lar-ami
2 respuestas a “Campanillas angeleras de Bonaval”
Interesantes historias…
Al menos curiosa. Pero forma parte de nuestro pasado y no debemos olvidarlas