Dicen que el otoño produce un caleidoscopio de colores, promovido por la brisa y los cambios de luz a lo largo del día.
Así ocurre aquí y no solo en otoño. Porque que La Ribera es contraste de paisaje y de color.
Si bien los colores puros se detectan a menudo, lo que enriquece las imágenes son los matices (como en los cuadro de los paisajistas ingleses del siglo XIX).
En otoño, el verde se degrada progresivamente hacia el amarillo siguiendo la estela del rojo hasta confundirse todos en una explosión de color que enamora.
Y no podía menos de mostrar estas imágenes para disfrute de todos.
Lar-ami