La soledad de la crisis


Filósofos y ensayistas explican que la soledad no es ni buena ni mala, que depende de la edad, el momento existencial, de si es buscada ó sobrevenida, temporal o permanente,… No seré yo quien discuta afirmaciones de expertos tan cualificados. Tampoco entraré a valorar causas, responsables y efectos de esta crisis que nos asfixia, nos amarga, nos deprime y nos ha robado el futuro.

Pero si quisiera decir que está provocando la dispersión de la familia y generando una enorme soledad… En los que se van y en los que se quedan. Porque no se marchan en busca de nuevos horizontes, sino obligados,  y porque los demás sentimos que les hemos engañado, al prometerles un futuro mejor si se esforzaban.

soledadResulta demasiado habitual que los abuelos tengan dispersos por el mundo hijos y nietos, que les cueste varios años reunir a la familia,…  Y cuando lo consiguen, su gozo es enorme, pero el vacío posterior también. La tecnología es un consuelo (gracias Skipe), pero no puede suplir la relación personal de padres con hijos, abuelos con nietos, tíos con sobrinos,…

Los diablillos de esta casa que protejo y guardo, ya terminaron sus vacaciones y han vuelto a su hogar. Ya no oiremos su correr por los pasillos, ni sentiremos sus caricias, ni compartiremos cuentos, juegos ni paseos, … ¡Su ausencia resulta insoportable!

Sé que se me pasará, que solo es cuestión de tiempo,… Pero mientras tanto, ¿como lleno este enorme y doloroso vacío?

Lar-ami


10 respuestas a “La soledad de la crisis”

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