Siempre se ha comentado que los pinares de repoblación tardan mucho tiempo en convertirse en auténticos bosques. De hecho, es patente que escasean plantas (además de setas, níscalos, pinaza y similares), pájaros y animales, siendo el silencio el rey.
En La Ribera, han transcurrido más de 40 años desde la repoblación y, dependiendo de la humedad del terreno hay ecosistemas muy ricos.
Incluso en los más secos conviven ardillas, corzos, paseriformes, palomas y plantas autóctonas en armonía. Y en esta primavera tan especial que se va alargando, el suelo adquiere un color distinto al rojo de la arcilla, en contraste con los verdes del enebro y los marrones de la flor de pino.
Lar-ami
2 respuestas a “Los colores del pinar”
Primavera, verano, otoño o invierno, como siempre, preciosa la Ribera!
Naturaleza en estado puro. ¡A 1 h. de Madrid!