A pesar los móviles, de internet y de las redes sociales, nunca el hombre se sintió tan solo. Rodeado de gente, pero solo. Como la amapola de La Ribera, envuelta entre un sinfín de flores, a cada cual más bella.
Lar-ami
A pesar los móviles, de internet y de las redes sociales, nunca el hombre se sintió tan solo. Rodeado de gente, pero solo. Como la amapola de La Ribera, envuelta entre un sinfín de flores, a cada cual más bella.
Lar-ami
2 respuestas a “La soledad de la amapola”
Bien la pega la sevillana de…la historia de una amapola que escapó de entre los trigos….
Desde luego que si.