Aunque su imagen dista mucho del esplendor que alcanzó en épocas pasadas cuando le cantaba el Arcipreste de Hita, la iglesia románica de Santa María del Vado sigue siendo única y muy hermosa. Situada al borde del pantano del Vado, su acceso se realiza por una senda que sale a la derecha de la pista que lleva a La Vereda desde la presa. Cuando hay poca agua, también puede accederse por el viejo camino del pueblo El Vado, hoy abandonado.

Pero es posible admirar su hermosa estampa desde el borde del pantano, al que se accede a través del pinar, entre los kms 7 y 8 de la carretera que bordea el embalse. Aunque no hay vereda, se anda muy cómodo y permite cambiar de perspectiva. Aquí, como en cualquier excursión por La Ribera, la cámara se hace imprescindible, porque con algo de suerte encontrarás algunas sorpresas.  Ya lo contaremos otro día.

Lar-ami