Más que un mirador es un capricho de alguien que quiso tener una vista excepcional de Tortuero. Y debió ser así, ya que el trabajo de reforzamiento de la ladera con calizas y pizarras es excepcional, sobre todo el muro que mira al sur.
Data de la fecha de repoblación del monte Palancar en los años sesenta, y aunque está poco cuidado, se conserva muy bien.
De pequeño tamaño, su forma se asemeja a media almohada; desde lejos presenta un bello contraste.
Se accede por una vereda que arranca del camino hacia Valdesotos (GR-10) y por la ruta circular que bordea por el nordeste el pueblo. Un rincón de La Ribera que bien merece la pena. Por las vistas.
Lar-ami