Puede decirse con propiedad que la vega del Jarama comienza en Puebla de Valles, una vez que el río abandona el cañón. Pero es justo reconocer que el río tiene una breve y fértil vega, ubicada a doscientos metros del Monasterio de Bonaval.
Y desde aquí la vega atraviesa La Ribera y acompaña al río hasta su desembocadura en Aranjuez. Tan importante que ha dado fama a esta villa (vega de Aranjuez) y a otras muchas por sus hortalizas. Incluso ha puesto apellido a un pueblo de Madrid: San Martín de la Vega.
A veces olvidamos que el río Jarama fue navegable (Felipe II le otorgó licencia). A finales del siglo XVIII las falúas reales subían por su cauce desde el Tajo, para disfrute de los reyes y sus invitados cuando acudían al palacio de Aranjuez.
No resulta fácil captar imágenes de la vega, ya que avanza de este a oeste. Y por eso queremos presumir un poco. Vdes nos disculparán.
Lar-ami