Las primeras lluvias de invierno no causan los mismos efectos en las tierras de La Ribera, sobre todo tras un otoño seco.
En las tierras de labor, zonas de pizarrilla, arcillas removidas,… el agua se filtra en el subsuelo. En terrenos pizarrosos, calizos y arcillosos, el agua acude rauda hacia los reguerillos.
Como ocurre en la cuenca del Jarama. Y se hace visible en arroyos y barrancos. Así mientras ya corren algunos reguerillos sobre la caliza (y eso que apenas ha llovido, como atestiguan los pantanos) los arroyos sobre la arcilla siguen secos.
Tendrá que llover abundante para que los veamos teñidos de chocolate (o de sangre, como dicen algunos). Y si nieva, entonces el blanco pintará las orillas de todos.
Lar-ami